El estribillo de una sabia canción de
El Canto del Loco,
"Aquellos años locos" , comienza diciendo:
"Tenias tanta ilusión por ser mayor... ser princesa de aquel principe que no apareció"... Cuando te identificas con la mayoria de las canciones de un grupo
X de música, lo empezás a escuchar más y más hasta que te volvés
fanática. Esto me sucedió a mi con
una de las mejores bandas españolas del momento, y les puedo asegurar que a medida que escuchaba cada uno de sus temas, encontraba momentos de mi vida que parecían sacados de la realidad y puestos en alguna que otra palabra cantada por
Dani Martin.
¿Pero que pasa cuando ese principe aparece (o re-aparece) y así comienza la historia de una nueva canción?. La canción mencionada al principio trata sobre los recuerdos más preciados de la niñez, esos que nunca se van a poder olvidar; ya sean momentos compartidos con amigos, familiares y otro tipos de seres especiales o simplemente algo que observamos de la vida cotidiana que quedan guardados en nuestra mente para siempre. A medida que vamos cumpliendo años, también vamos sumando recuerdos, ya sean hermosos o desagradables. Por eso, algo que sin duda recordaremos siempre serán aquellos años locos. Y con esto me refiero a los años que para cada uno de nosotros fueron locos. Es decir, locos según el instante de vida que queramos recordar. Doy fe que ese principe que re-apareció si sitúa en mis años locos. Sin dar más vueltas, he aquí mi historia... Cuando era chica y estaba llena de ilusiones, en las que probablemente la más grande de ellas era la de ser mayor, había un principe y yo era la princesa. O tal vez los dos solo jugábamos a serlo. No lo sé. Solo sé que hasta el día de hoy lo recuerdo como uno de los chicos de mi vida. Ojo, sólo teníamos once años, nada era real. Pero me gustaba mucho... Lo dejé de ver por un tiempo porque asi son los caminos de la vida... Y lo volví a ver. Ayer. Sí, lo volví a ver ahora que soy mayor. Y debo admitir que sigue hermoso como aquellos años. Sentí... melancolía y nostalgia a la vez, si es válido sentir las dos cosas juntas. Y recordé, obveo. Pero sólo un detalle distorsionó la historia... él no me recordó. Cruzamos miradas como dos desconocidos. Pero yo no hice nada al respecto. Porque no quería que comience una nueva historia, una nueva canción. No ahora que mi principe de aquellos años locos estaba de la mano de una nueva princesa. Lo de ellos sí era real. Asique yo seguí caminando, sola con mis recuerdos locos...
La foto es de la pelicula 500 días con ella. que cuenta la historia de un amor que tampoco fue.
